Baja Tierras del Cid 2012

Ganó en su categoría (buggys ligeros) y acabó duodécimo de la clasificación general con un Polaris Ranger RZR adaptado.
Su Cojín Inteligente superó la prueba más dura realizada hasta ahora y le permitió estar sentado cerca de 13 horas sin sufrir úlceras en la piel.

Isidre Esteve terminó la maratoniana jornada de ayer algo cansado, pero su rostro brillaba de alegría. Acababa de ganar su categoría -la reservada a los buggys ligeros- en la Baja Tierras del Cid, en Lerma (Burgos), pero más importante aún, había resistido la dureza de una carrera de 600 kilómetros non-stop y cerca de 13 horas seguidas sentado. Veredicto: el Cojín Inteligente había funcionado en la prueba más dura a la que había sido sometido hasta ahora.

El piloto de KH-7 soportó las 9 horas y 4 minutos que duró para él la carrera, más otras tres y media que estuvo sentado en su silla de ruedas, siempre con el dispositivo que evita que sus glúteos vuelvan a lacerarse como cuando disputó el Rally Dakar 2009.

“Estoy contento por la victoria, sí, pero para mí es más importante tener la piel bien que ganar. Que hoy no me tenga que pasar todo el día boca abajo para descansar la zona es fantástico y eso nos acerca cada día más a la versión definitiva de serie que podrán disfrutar todas las personas con problemas de movilidad”, explica visiblemente contento Esteve.

En el único tramo cronometrado que se disputó ayer, de 600 km, Isidre partía desde la 13ª posición y como segundo buggy detrás de Jordi Perera, pero poco después de comenzar el día, el también piloto catalán arrancaba una rueda y se veía obligado a retirarse. Isidre Esteve y su copiloto Chema Villalobos pasaron entonces a liderar la prueba, un primer puesto que ya no abandonarían hasta la meta. Al final, cosecharon un meritorio 12º puesto en la general y su primera victoria con Polaris en la categoría de buggys ligeros, la primera también para Isidre Esteve sobre 4 ruedas desde que tuvo que dejar las motos por un accidente ocurrido en 2007 que le provocó una paraplejia.

Esteve y Villalobos únicamente tuvieron un susto; un vuelco lateral en el kilómetro 230, que no tuvo consecuencias, pero que les hizo perder unos 15 minutos. “Fue un vuelco a cámara lenta al salir de una curva, donde el terreno hacía una pequeña cuña que nos desequilibró. El buggy quedó intacto pero pasaron 15 minutos hasta que llegó otro participante que nos ayudó a poner de pie el vehículo”, explica el piloto de Oliana.

Al margen de ese incidente, no tuvieron más percances. Sólo un leve taponamiento de las guías del volante adaptado por el polvo, y que los mecánicos pudieron solventar en la parada a la asistencia antes de afrontar los últimos 300 km de carrera. “Cada día me siento más a gusto con el Polaris Ranger RZR. Tenemos que trabajar un poco en el volante para evitar que el polvo obstruya las guías, pero en general estamos muy satisfechos todo el equipo de cómo ha ido todo”.

La próxima y última carrera prevista de Isidre Esteve esta temporada se disputará los días 20 y 21 de octubre en Calamocha (Teruel).