Hidratos

Los carbohidratos están demonizados por diferentes dietas de adelgazamiento como la Dunkan o Atkins que los destierran como los culpables de la acumulación de grasa. Sin embargo sabemos que en la pirámide de alimentación ocupan el lugar más bajo, por lo tanto abundante.

Los glúcidos son moléculas orgánicas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno solubles en agua. son la forma biológica primaria de almacenamiento y consumo de energía, por encima de las grasas y mucho más que las proteínas y ácidos nucleicos. En el s. XIX se llamaron Carbohidrato ya que las primeras sustancias aisladas correspondían a la fórmula elemental y ese nombre a llegado a nuestro tiempo a pesar de conocer que su composición es más compleja.

Su principal cometido es el aporte energético, 4cal por gramo seco (igual que la proteína). Una vez que el organismo tiene cubierto esto, el sobrante se almacena en el hígado y músculos como glucógeno y el resto se transforma en grasa. Esta parte es la que los hace odiosos a tantas dietas milagro que, indudablemente, prefieren poner en peligro la salud a equilibrar la ingesta de hidratos aumentando el ejercicio.

El consumo de glucógeno ahorra proteínas. Cuando el organismo no tiene suficiente aporte de energía, lo saca de las proteínas. Por eso estas dietas se basan en grandes ingestas de proteína, tienen que compensar. El riesgo de dietas bajas en hidratos es caer en un bajo aporte de proteína a nuestro cuerpo e incluso que la deficiencia de ambas mermen nuestra masa muscular.

También intervienen en el metabolismo de las grasas, de manera que si ingerimos una cantidad deficiente de hidratos el cuerpo intentará suplirlo con catabolismo de las grasas y sufrirá cetosis. Esto quiere decir que como último recurso el cuerpo usará la grasa para obtener energía, pero de una manera que produce muchas toxinas.

Una clasificación de carbohidratos, los divide entre simples y complejos.

Los simples son los monosacáridos y disacáridos (glucosa o fructosa) que son los responsables del sabor dulce de las frutas y se encuentran también en azucar, miel.. Estos azúcares son de absorción rápida, de manera que el cuerpo dispone enseguida de la energía que aportan. De la misma manera, se agotan enseguida con lo que son buenos si se van a quemar inmediatamente, como subidón de energía, aunque con moderación.

Los complejos son los polisacáridos que se encuentra en la celulosa de los vegetales, el almidón de tubérculos y en los músculos de los animales (aunque en concentraciones muy inferiores). El cuerpo obtiene la energía de estos hidratos de manera lenta y más duradera, lo que los hace más adecuados para la alimentación diaria y en ejercicios de larga duración.

La conclusión que obtenemos es que los hidratos son buenos, son necesarios y además son el ingrediente principal de algunos de nuestros platos favoritos: pastas, patatas, cereales y legumbres.