VUELTA A TRANSILVANIA 2010

Ya hace dos años de la primera visita de la expedición YAMAHA a tierras rumanas, y eso de que “segundas nunca fueron buenas” os garantizo que no se ha producido.
También es verdad que cada grupo es diferente y que aunque todos tengamos la misma afición, el mismo aparato y la misma marca bajo el culo (con perdón), las personas son las que hacen bueno o malo cualquier evento.

Parece que los yamajeros somos buena gente por que a parte de disfrutar de los impresionantes parajes, las monumentales montañas, los verdes bosques y los largos, húmedos, rojizos caminos, además, nos reímos muchísimo. El compañerismo fue, sin duda, una pieza clave.

Pero como es lógico todo tiene que ir acompañado. La familia capitaneada por la gente de Mundo Off Road, Pedregà y el CLUB TERRA YAMAHA se encargaron de que todo fuera sobre ruedas. Nunca mejor dicho. Pedregà se llevó la palma, o el palmón, al trabajo. Por que ya se sabe, las ganas nos juegan malas pasadas y sobretodo al principio de la gran ruta es cuando ocurren los percances. Pero nada, simplemente anécdotas. 

La ruta salía desde Cluj donde enseguida Madrileños, Gallegos, Andaluces y Catalanes se unieron en un gran grupo. Rhinos y Grizzlys emprendieron la marcha que los llevaría por Siguisoara hasta Bran en plena Transilvania. Estas son primeras etapas, llenaron nuestro cuerpo de satisfacciones. Los paisajes húmedos y salvajes se sucedieron. Los ATV no paraban de funcionar hasta la noche y los pilotos parecían incansables. En Bran, no faltó la visita al castillo de Drácula y las paradas en las distintas tabernas y restaurantes ambientados con colmillos y vampiros. Realmente una experiencia “terrorífica” que terminó con la visita a un típico cementerio. ¡Que chalaos!.

Siguiendo la ruta hacia Sambata y Sibiu cruzamos varias montañas, estaciones de esquí, bosques de hayas profundos y húmedos, muy húmedos, muy muy húmedos, vaya, con un par de palmos de barro. Esto son los Carpatos. El paraíso del off road. 

Sibiu, Sebes, Timisoara, aún nos quedaban varios destinos. Todos ellos cual mas encantador. Pedregá seguía en su línea. Un día una rueda desllantada, otro día un fuelle de palier, otro día un pinchazo, otro día una paella …
Si si una paella!. En medio del monte, no se exactamente donde Dani y "Pedre" se sacaron de la manga un fogón, el material necesario y se marcaron un paellón. Ya era lo que faltaba.
Después de reponer fuerzas volvimos a la carga. Los últimos días nos quedarán también en la memoria por la visita a pequeños pueblos de antigua usanza, villas de carros tirados por caballos, ciudades que parecen caerse, pero gente sencilla, acogedora y sana.

Rumania tiene casi de todo. Un destino fantástico. Un lugar al que volveremos a visitar con la gente del CLUB TERRA YAMAHA.

Josep Ricós
www.4xquad.net 

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Álbum de fotos Rumaniacs 2010:
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