2 en 1 de barras de dirección

Hay muchos motivos para querer modificar una barra de dirección. Se puede haber doblado, el estriado estar retorcido o simplemente queremos otras medidas. La opción más rápida y cómoda es comprar otra, está claro que hay muchas marcas, modelos y precios, esta es una opción más y mucho más personalizada.

Lo primero, es evidente, es comprobar que ambas tengan el mismo diámetro. Si no fuese así, debemos mantener la del grosor correcto a la altura del anclaje al chasis. En el caso de que fuera imposible (muchas veces es precisamente por ahí por donde parte) se puede poner una más fina con un casquillo, aunque es poco recomendable. No rebajéis una caña de dirección, pues eso la debilitaría justo en un punto que recibe mucha fuerza.

A partir de ahora, lo más importante es la precisión. Puede que estemos haciendo un apaño, pero eso no quiere decir que tengamos que hacer una chapuza.
Marcar la zona por la que vais a cortar y revisad que esté recto antes de cortar. Está claro que cada uno tiene sus medios, da igual que lo hagáis con la mejor maquinaria que con una sierra de mano, hacedlo con calma y cuidado. Todo lo precisos que seamos ahora, lo ahorraremos en tiempo de ajuste.

Aquí vienen lo más importante: el casquillo. Es muy importante hacer un pequeño casquillo que nos hará de unión y de refuerzo. Lo mejor es partir de una pieza maciza y rebajar en el torno. Es importante que vaya bien ajustado al interior de ambas. Ajustado, no imposible de meter, así le demos con una marra de albañil. El interior se puede vaciar, como en este caso, para eliminar peso, aún así el material es más fuerte que en el tubo. En medio del casquillo dejamos un resalte del diámetro externo de las barras, como una especie de junta.