YAMAHA YXZ 1000R

Si bien es cierto que el que golpea primero golpea dos veces y otras marcas llevan mucho terreno recorrido con muchos vehículos vendidos, también lo es que “el que esperar puede, alcanza lo que quiere” y Yamaha ha sabido esperar, estudiar el sector y llegar unos años tarde pero con un golpe de efecto que revolucionará el mercado.

Hace años se hablaba de un nuevo buggie Yamaha que planteaba grandes cambios, suponemos que la crisis mantuvo aquel proyecto bajo secreto hasta que llegasen tiempos mejores... ahora que lo son, las novedades no se están haciendo esperar y la marca ha presentado su nuevo Yamaha YXZ 1000R, un SXS con motor tricilíndrico de 998cc, con un chasis innovador, un diseño agresivo y lo más importante: cambio secuencial con una clara orientación deportiva. Y todo con unos acabados y componentes dignos de la marca de los diapasones, que terminarán de convencerte tanto en el concesionario cuando vayas a verlo, como en pista cuando irremediablemente te conquiste su comportamiento. Eso si, siempre que dispongas de la nada desdeñable cifra de 28.000¤, precio en el que se rumorea que superará en nuestro país.

El “cambio” que estábamos esperando
Esperar estos años le ha servido a Yamaha para observar las carencias del mercado, y necesidades de los usuarios para ofrecer un cambio manual, ese componente que todos estábamos esperando probar. Sin ser el modelo más potente, si será el más deportivo, pues ofrece al piloto la capacidad de dosificar la entrega de potencia para obtenerla en el momento preciso y a su gusto con un cambio secuencial efectivo y directo de cinco marchas y marcha atrás. Ahora podrás emplear todo tu cuerpo para disfrutar de la conducción, también tu pie izquierdo que se te estaba quedando frío y aburrido sin nada que hacer.

Un cambio de planteamiento con un cambio secuencial que te hará disfrutar desde el primer momento. Disponer de un cambio manual cambia por completo la manera de conducir y las sensaciones, pudiendo regular la entrega de potencia para realizar una conducción suave y tranquila, o bien explorar tus límites y sorprenderte con todo lo que te depara esta bestia.

Y aunque pudiera pasar desapercibido, junto con el cambio manual ha llegado otra cambio importante a tener muy en cuenta cuando tu corazón late cerca del límite de corte de encendido: como no lleva variador, no lleva correa. Y esa es una gran despreocupación a la hora de someter a tu máquina a un castigo intenso. Ahora podrás dar caña hasta que te duela  :o) 

Este Yamaha marcará un nuevo rumbo en los nuevos modelos y seguro que pronto otras marcas se apuntarán al “cambio”.

Motor sobradamente preparado  
El motor es otro de los componentes que más ha sorprendido, con configuración de tres cilindros y 998 centrímetros cúbicos de cilindrada para terminar de dar a este modelo la configuración racing que el mercado demanda. Aunque basado en el motor de la moto de nieve, apenas ha heredado componentes de esa máquina, siendo éste un motor diseñado y fabricado ex-proceso para este buggie.

112 Cv de potencia más que suficientes para mover los 750 kg declarados por la marca en la báscula, dosificados hasta un régimen de 10.500 rpm al que pocos pilotos lograrán sacar todo el partido, pues la relación peso potencia te permite cambiar de marcha a 7 u 8.000 vueltas y aun disponer de potencia suficiente para salir de cualquier atolladero.
Como accesorio opcional incorpora un avisador-indicador de cambio de marchas que parpadea en rojo a las 10.000 vueltas y se pone fijo a 10.500 rpm, pero teniendo en cuanta la entrega de potencia del nuevo Yamaha, muy poquitos serán los pilotos que lo necesiten.

La admisión se realiza a través de un doble filtro de aire, uno de espuma y otro de papel, muy acccesibles y que se sustituyen fácilmente, mediante una tobera situada en la cabina entre los dos asientos, ubicación que la marca ha comprobado como el lugar más limpio de polvo. Admisión y respiraderos sobreelevados y sistema eléctrico estanco, para que nunca debas preocuparte del límite de vadeo si un día te ves en apuros.

Cuando se trata de apuros, el YXZ incorpora selector de 4x4 y 4x4 con bloqueo del diferencial indispensable cuando las cosas se complican. Y las complicaciones son tu modo de vida, Yamaha ofrece como accesorio en este modelo un sistema de embrague electrónico que actúa sobre la centralita a modo de control de tracción.

Parte ciclo y diseño de chasis innovador
Yamaha ha querido desmarcarse de la competencia ofreciendo un diseño totalmente innovador, tanto en la parte ciclo como en la estética de este SXS. Para gustos colores, y aunque creemos que habría mucho que mejorar en este morro inspirado en los aviones caza que le da un aspecto un tanto raro, es algo que pasa a un tercer o quinto plano en cuanto lo pruebas en movimiento y sientes la potencia y la agilidad que transmite.

El morro inclinado y puntiagudo se ha diseñado pensando en mejorar la visibilidad de lo que ocurre inmediatamente delante de las ruedas. Destaca sobre todo el corte que se ha realizado para mostrar las botellas de la amortiguación. El hecho de ir expuestas colabora para una mejor ventilación y refrigeración de la suspensión. Desde el puesto de conducción resulta curioso ver como oscilan los amortiguadores, pero sobre todo sorprende la efectividad del sistema tanto delantero como trasero con unos recorrido de amortiguación perfectos y un tarado propio para una conducción ágil. Regulables en extensión, compresión y precarga, sobre todo importa que son regulables también en alta y baja velocidad para que adaptes la amortiguación a tus preferencias de conducción. Poco tendrás que tocar para disfrutar, con una alta velocidad bien calibrada que lo absorbe todo, y una regulación de baja velocidad más dura que evita el barqueo e inclinación lateral para disfrutar de una posición más plana.

La suspensión delantera está configurada con dobles trapecios en forma de A y amotiguadores FOX Podium RC2 con depósito de precarga separado y recorrido de suspensión 406 mm. Y la parte trasera con un recorrido de 432 mm incorpora trapecios superiores en A e inferior el forma de L con un brazo longitudinal basculante que facilita la absorción de los impactos en el sentido de la marcha.

El peso bajo y centrado también colabora para que todo sean buenas sensaciones. Algo que sería imposible si no contase con cuatro discos de freno con pinzas de dos pistones que transmiten una buena frenada a los neumáticos Big Horn que Maxxis ha diseñado expresamente para este Yamaha. Y dado que no consta de posición P de parking, se ha incorporado un quinto disco de freno en la transmisión que actúa como freno de mano, y que puede ser el detalle final que estabas esperando si es sobre todo racing la orientación que darás a este modelo.
Confort y buenos acabados, asientos y volante regulable, botoneras y pulsadores actuales, buenos ajustes de plásticos y componentes típicamente Yamaha son algunas de las razones que terminarán de convencerte.

Al lío... así lo hemos vivido.
10 minutos bastan para hacerte a los cambios de conducción que plantea el nuevo Yamaha YXZ 1000R.
Los asientos te abrazan con su diseño envolvente y superficie antideslizante, y la posibilidad de regular su distancia y también la altura del volante, hace que se adapte a tí como un guante. Fácil de conducción y muy noble en la reacciones, apenas unos minutos para tomar la medida al sistema de cambio secuencial y ya se te dibuja una gran sonrisa en la cara. No solo por encontrarnos en el estado de California (EEUU) con las dunas imperiales bajo nuestros neumáticos, sino por lo mucho que parece que va a dar de sí el día. Es muy fácil de pilotar y el sistema de cambio es directo como el de una moto. Apenas tocar el embrague, accionar rápidamente la palanca de cambio y nueva marcha engranada. Todo es muy rápido y la palanca regresa a tu posición inicial a la espera de la siguiente marcha. Quiere correr y, como no, a mi también me lo pide el cuerpo.

Primeros kilometros en 4x4 para superar las dunas más exigentes, y pronto 2x4, concentración y mucho gas a un motor que da de sí mucho más de lo que esperas, mucho mucho más... y no te lo acabas. Si el corte de encendido está en 10.500 vueltas no tiene excesiva importancia, pues mucho antes engranas la siguiente marcha y la potencia es más que suficiente aun teniendo en cuanta la falta de tracción en este terreno arenoso.

Ni un extraño, ni un mal gesto, el aplomo es total con una sensación de seguridad envidiable. Rápidamente te adaptas totalmente. No pasa mucho tiempo y ya estás mirando de reojo el cuentakilómetros para no pecar de exceso de confianza.

La configuración del chasis ofrece una sensación de seguridad total, el motor tricilíndrico ofrece una respuesta asombrosa, y la frenada más que aceptable termina de convencerte para que lo aprietes a fondo.
Las quinta marcha no se utiliza demasiado en las dunas, no te da mucho tiempo pues dispones de pocos lugares para correr demasiado, pero una vez engranada aquí se echa de menos una mayor estirada del motor. No se puede tener todo, los desarrollos son cortos y cuando sales a campo abierto, ya se sabe: la velocidad punta nunca es suficiente.

He disfrutado como no recuerdo. Ha sido una experiencia inolvidable, por el lugar, por la atención que nos ha prestado el equipo de Yamaha, y sobre todo por la sensación de experimentar el “cambio” que estába esperando desde que me subí por primera vez a uno de estos side by side deportivos. Si a todo esto sumas el poder compartir una completa jornada en las dunas rodando mano a mano junto a Stefan Petherhansel o Camelia Laparotti en sendos Yamaha YXZ... imposible plasmarlo con palabras.

Si quieres tener más información, consulta la descripción y detalles del Yamaha YXZ 1000 R o visita la web oficial de Yamaha YXZ 1000R